12 jul 2009

Detrás de todas las insolencias que he dicho
Detrás de todas las vidas que he dejado
Detrás de todos los besos que he dado
Continúas existiendo dentro de este bicho.

No te pierdes ni por un instante
Existes a cada momento
Tal vez sea porque no te dejo
Tal vez sea porque siempre te espero.

Y no me canso de esperar, paloma mía
Me siento a contemplar la luna,
Viendo las estrellas danzar por seis horas
Y el día en que ellas paren, tomaré mis cosas.

Si la pelota continua andando,
Tu regreso será inevitable
Pero si se para por un instante
El desoje será inevitable.

Qué más puedo decir, mi paloma
Para darte el verdadero mensaje
De mi amor eterno
Hacia toda tu persona.

Me parece que el silencio
Resumiría mis sentimientos
Entonces este enmudecimiento literario
Será mi último grito de amor desesperado

1 comentarios:

-Herbert West- dijo...

Está rudo el poema, felicidades.

 

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